Bélgica, sus ciudades flamencas junto con sus castillos medievales, catedrales y edificios góticos y renacentistas, hacen de este país un destino atractivo. Son de obligada visita sus ciudades “estrella” como Brujas, Gante, Amberes, Lieja y Bruselas.
Holanda no sólo atrae por sus ciudades histórico-monumentales como La Haya, Haarlem, Utrecht, Rotterdam, Markem y Volendam, Alkmaar (mercado de Queso), Aalsmeer(mercado de flores) y Amsterdam, sino también por los “polders”, terrenos ganados al mar protegidos por diques y drenados por canales, normalmente sembrados de tulipanes y flores que decoran como con un manto colorido el paisaje holandés.
Luxemburgo, uno de los países más pequeños del Continente dominado totalmente por la montaña. Su capital, Luxemburgo, es Patrimonio de la Humanidad, siendo su mayor atractivo el casco antiguo. Un recorrido por Luxemburgo nos llevará, no sólo por ciudades fortificadas y castillos, sino también por los paisajes agrarios del Mosela, donde se encuentran los afamados viñedos de los que se obtiene el Riesling.