En el año 794 el Emperador Kammu decidió la construcción de una nueva capital, abandonando la actual Nara, que fue capital nipona desde el 710, históricamente las razones fueron con la intención de librarse de la creciente influencia de los monasterios budistas sobre la corte imperial de Nara, y hasta 1868 fue la capital imperial del país nipón. La ciudad fue varias veces reducida a cenizas...